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Situación de Cornellana anterior al monasterio
La génesis y posterior desarrollo de este cenobio, así como sus intervenciones, dejaron una huella imborrable en la organización del espacio del territorio salense. El rol destacado que este monasterio propio desempeñó durante los siglos altomedievales se intensificó tras su anexión a la abadía de Cluny y posteriormente a la Catedral de Oviedo. Ambas instituciones, Cluny y el obispado de Oviedo, fueron sin duda, otros de los responsables de gran calado en la organización social del territorio altomedieval citado.
Como colofón al papel que el obispado ovetense tuvo en nuestro territorio, no se deben obviar las distintas intervenciones del poder regio, absolutamente determinante en la ordenación del espacio en esta zona ya en los albores del siglo XIII con la concesión de la Carta Puebla a la Villa de Salas.
Salas, concejo del occidente asturiano, cuenta a día de hoy con uno de los monasterios de referencia en la Asturias Medieval, San Salvador de Cornellana. En todo territorio, encontramos una serie de agentes que durante la Alta Edad Media organizarán el espacio.
La irrupción de los dominios monásticos
San Salvador de Cornellana constituye uno de los referentes monásticos más significativos del occidente asturiano en época medieval junto al monasterio de San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea).
La fundación de este cenobio data del año 1024. En ese momento se puede constatar como la infanta Cristina entrega una serie de propiedades, así como ciertas piezas de ajuar litúrgico, animales y otros bienes al monasterio para su dotación y sustento. Fue pues, desde su origen, un monasterio propio de carácter real y como tal tenía como objetivo, entre otros, proceder a articular un espacio para su explotación y control, es decir, fomentar la organización social de ese espacio.
El hecho de constituir un monasterio propio dará lugar al fraccionamiento de las rentas entre los distintos herederos de la infanta. Un siglo después, el Conde Suero Vermúdez y su esposa, ante la carencia de hijos, deciden refundar y enriquecer el monasterio, y añaden a sus propiedades iniciales otras, con objeto de entregar dicho monasterio, primeramente a Cluny, y posteriormente, a la Iglesia de Oviedo.
Se ha visto cómo en la documentación posterior, el monasterio intentará deshacerse de las propiedades más alejadas de su centro para comenzar a desarrollar una política de adquisiciones ubicadas dentro del coto que le concedió Alfonso VII.
La intervención del Obispado de Oviedo
A la ya señalada entrega de Cornellana a Oviedo, que durante muchos años se ha considerado como un documento falso fabricado por la escribanía del obispo Pelayo de Oviedo para conseguir mayores cotas de poder en Asturias, se ha de sumar la variada documentación que alude a numerosas donaciones a la Catedral de Oviedo. Esta institución recibió diversas propiedades en nuestro territorio. Hay
que tener cierta cautela con la documentación de la Catedral porque, posiblemente y tras haber pasado por el scriptorium del obispo Pelayo, algunos de los documentos a su favor fueron interpolados con objeto de ampliar notablemente los bienes y derechos de Iglesia ovetense en muchos lugares de Asturias.
Sí que resulta posible comprobar, mediante el inventario de Don Gutierre, ya del siglo XIV, el abundante número de iglesias o monasterios de propios del territorio que finalmente fueron reconocidos, seguramente porque ya desde esos centros religiosos se ejercían funciones pre‑parroquiales en sus lugares de asentamiento, como parroquias adscritas a la sede ovetense.
El papel de Cluny
La abadía de Cluny, como otras en el continente europeo, seguirá la regla de San Benito. Esa regla, se podía observar de tres formas diferentes: abadías que no se congregaban y que Cluny no influía (caso de Celanova); las abadías filiales de Cluny, cuyos prelados eran nombrados por la casa madre (caso de San Zoilo de Carrión); y las que tenían la influencia directa de la abadía borgoñona siguiendo una vida muy rigurosa, aunque no sujetos al control directo de ésta (caso de Sahagún).
Cluny será utilizado como un agente entre el poder real y el eclesiástico, canalizando la religiosidad popular. Todas las donaciones recibidas por esta abadía servían para la intercesión de ésta por la salvación de las almas de los fieles difuntos de la mano de diversas celebraciones litúrgicas. Tanta importancia adquirirá Cluny en España, que favorecerá el cambio de la liturgia imperante en ese momento de mozárabe a la romana. Así mismo, gracias a la extensión del dominio cluniacense en la península restaurarán la vida monacal. Esa vinculación de diversos monasterios hispanos a la orden francesa viene ocasionada por ser considerada esta la forma de recuperación de la santidad y del seguimiento correcto de la regla.
Al implantarse el movimiento cluniacense en todo el reino leonés, los llamados monasterios o iglesias de propios controlados por laicos (como nuestro caso de Cornellana), irán pasando a la órbita cluniacense, y desvinculándose del control laico. Esta hegemonía que experimenta la orden progresivamente será vista por el poder real como la herramienta perfecta para mantener bajo control la injerencia del Papa en el reino.
Con la donación de Cornellana a Oviedo vemos como el obispo pretende hacerse con la potestad de ordenar al abad. Esa bicefalia del poder en Cornellana entre Cluny y Oviedo será resuelta en el Concilio de Carrión de 1130 a favor de Cluny.
AZPIAZU RODRÍGUEZ, DAVID: Inter Dua Flumina Annonaiam Et Narceiam: San Salvador de Cornellana, 2019.
CALLEJA PUERTA, MIGUEL.: El monasterio de Cornellana en la Edad Media; Oviedo, 2002.
FUENTES JIMÉNEZ, RAMÓN: Brevario del Real Monasterio de San Salvador de Cornellana, 2018.
RODRÍGUEZ MUÑOZ, JAVIER: La monarquía asturiana, nacimiento y expansión de un reino, 2004.
MUÑIZ LÓPEZ, IVÁN: Vida y muerte de Menendo Enalso, un caballero asturiano del siglo XII y su familia, 2008.